¿QUÉ ES EL “BULLYING”?

Primero hay que definir el término. La RAE recomienda usar “acoso escolar” en vez del anglicismo “bullying” y lo define de la siguiente manera: “Comportamiento contrario a la identidad del alumno en relación con su raza, color, nacionalidad, minusvalía, religión, orientación sexual o cualquier otra circunstancia”.

Joe Carter, en su artículo How to teach children to deal with bullying [Cómo enseñar a los niños a lidiar con el acoso], dice que el acoso puede ser verbal (decir o escribir algo con la intención de dañar), social (dañar la reputación o las relaciones del niño), físico (herir el cuerpo del niño) y daño a la propiedad (daño intencional a la propiedad del niño).

Renovando Nuestra
Mente

El Bullying suele tener lugar en el aula y en el patio de la escuela. Este tipo de violencia por lo general afecta a niños y niñas de entre 12 y 15 años, aunque bien puede extenderse a otras edades.

Perfil de los acosadores:

• Es alguien que necesita tener el dominio sobre otro para sentirse poderoso y así ser reconocido. • Carece de habilidades sociales y no muestra ningún tipo de capacidad de empatía.
• Por regla general, es alguien que suele tener problemas de violencia en su propio hogar.
• No tiene capacidad de autocrítica y manipula a su antojo la realidad.

Perfil de los acosados:

• Es alguien sumiso.
• Tiene baja autoestima y además no posee una personalidad segura.
• Presenta una incapacidad absoluta para defenderse por sí mismo.
• Se trata de una persona muy apegada a su familia y que no tiene autonomía.
• Suele presentar algún tipo de diferencia con el resto de sus compañeros de clase en lo que se refiere a raza, religión, físico, etc.

El agresor o acosador molesta a su víctima de distintas maneras, ante el silencio o la complicidad del resto de los compañeros. Es habitual que el conflicto empiece con burlas que se vuelven sistemáticas y que pueden derivar en golpes o agresiones físicas.

Los casos de Bullying revelan un abuso de poder. El acosador logra la intimidación del otro chico, que lo percibe como más fuerte, más allá de si esta fortaleza es real o subjetiva. Poco a poco, el niño acosado comienza a experimentar diversas
consecuencias psicológicas ante la situación, teniendo temor de asistir a la escuela, mostrándose retraído ante sus compañeros, etc.

El Bullying se ha convertido en una de las principales preocupaciones que tienen los padres respecto a sus hijos. Por tanto, es importante que aquellos presten atención a signos que pueden indicar que sus vástagos están sufriendo acoso escolar:

• El adolescente presenta cambios de humor muy bruscos.
• Tiene miedo de ir al colegio y por eso siempre pone excusas para faltar a clase.
• Se produce un importante cambio en lo que es el rendimiento escolar.
• No cuenta nada sobre su día a día en la escuela.

Lamentablemente en nuestro país (México) los casos en los que el abuso ha dejado un saldo negativo va en aumento, tan solo en el Estado de México se han dado casos donde el abuso a llevado a la muerte.

Leer  La maldad humana

Con las nuevas tecnologías, el Bullying se ha extendido al hogar de las víctimas, en lo que se conoce como ciberbullying. Los acosadores se encargan de molestar a través de Internet, con correos  electrónicos intimidatorios, la difusión de fotografías retocadas, la difamación en redes sociales y hasta la creación de páginas con contenidos agresivos.

El llamado ciberbullying no es la única nueva vertiente de este mal que aqueja a la sociedad, también se ha extendido a otras áreas de las relaciones humanas, por ejemplo:

Abuso (Bullying) en las relaciones de pareja:

1.        Te pone apodos o te llama de maneras que te desagradan, sobre todo en público.

2.        Ha intentado chantajearte sentimentalmente, o lo has descubierto mintiendo y engañándote.

3.        Trata de controlar tus actividades, con quién sales, revisa tu celular e incluso te hace prohibiciones.

4.        Te cela, insinúa que andas con alguien más, o te compara con sus ex.

5.        Ha destruido alguna posesión tuya (cartas, regalos, celulares).

6.        Identificas que te hace caricias agresivas. 

7.        Te ha golpeado argumentando que es “de juego”.

8.        Ha ocurrido violencia física: cachetadas, empujones, patadas hasta puñetazos.

9.        Amenaza con golpearte, encerrarte, dejarte o incluso con matarte.

10.   Te obliga a tener relaciones sexuales o incurre en violaciones.

Todo lo anterior en el nombre del amor, nada más alejado del concepto Bíblico del verdadero amor: 1ª Corintios 13:4-8.

Abuso (Bullying) familiar:

Lamentablemente y como la biblia lo dice en 2ª Timoteo 3:1-7. Los seres humanos vamos en decadencia, y por consecuencia arrastramos a nuestras familias con nosotros, son muchos los casos de hogares disfuncionales, donde el resultado es que los menores se convierten por lo regular en delincuentes en su edad adulta, las características de un hogar disfuncional son:

1.      Falta de empatía (cada quien sus problemas).

2.      Sin límites o reglas coherentes.

3.      Falta de respeto entre los miembros.

4.      Trato injusto de uno o más miembros por motivos irrelevantes.

5.      Conflictos permanentes entre los miembros.

6.      Padres divorciados o ausentes.

7.      Falta de tiempo de calidad en familia.

8.      Renegar o sentir vergüenza de pertenecer a esa familia.

Si hay algo que en definitiva le encanta al enemigo es el destruir familias, sabe que el plan de DIOS desde el principio es con las familias, por algo somos parte de la familia de DIOS ahora, en la biblia encontramos el modelo a seguir en la familia: Efesios 5:21-33, 6:1-4 y Colosenses 3:18-21.

Abuso
(Bullying)  en el trabajo
:

Además de todo también en el trabajo se dan los casos de abuso o intimidación, como ya lo vimos en la parábola del trigo y la cizaña esto se da pues no se arrancará la cizaña hasta el fin del mundo, y por lo pronto debemos de coexistir juntos.

Las características de este tipo de abuso entre compañeros de trabajo son muy parecidas al Bullying escolar, pero a esto debemos sumarle cuando también hay abuso por parte de los jefes, gerentes o encargados, que hasta el grado de acoso sexual se puede llegar. 

Abuso (Bullying) espiritual/ministerial:

Si, lamentablemente también se ha llegado al extremo de que en las iglesias, y sobre todo en las iglesias cristianas hay abusos e intimidación de parte de los líderes y de otros miembros.

Leer  ¿Cómo debe ser la iglesia verdadera? (Parte 3)

Las características de
la intimidación espiritual/ministerial son:

1.      Si no diezmas no eres salvo.

2.      No hay otra iglesia mejor que la mía.

3.      Si te vas de mi iglesia no vas a prosperar.

4.      El aislamiento de algún hermano (no hablarle).

5.      No guardar discreción cuando alguien nos confía algo de su vida.

6.      Exigir en lugar de pedir.

7.      Dar de bibliazos fuera de contexto.

8.      Reclamar obediencia ciega y sin discernimiento.

Si bien es cierto que Hebreos 13.17 que se debe obedecer y sujetar a los pastores, también es cierto que la manera en que se pastorea es dada por DIOS: 1ª Pedro 5: 1-7.

Por definición un cristiano NO puede ser acosador o causante de Bullying en ningún área de su vida, por el contrario Mateo 5.5 nos dice que debemos ser mansos.

La palabra “manso”  que usa Mateo es del griego praus y significa también afable (que trata a los demás con amabilidad), humilde y paciente. Y de hecho no es la única vez que Jesús nos llama a ser mansos: Mateo 11.29.

Ser como Cristo en nuestro carácter debe ser la meta de todo verdadero cristiano, y que mejor manera de serlo que siendo mansos en todas las ocasiones posibles, siguiendo su glorioso ejemplo: Isaías 53: 1-7 y Filipenses 2:5-8.

EL ACOSO COMO PECADO

En Levítico 19 Dios le dice, a través de Moisés, a toda la nación de Israel que sean santos como Él es santo –diferente,
separado de lo ordinario–. Y Dios les dice como ser santos en la vida práctica. He aquí algunas de las cosas que Dios manda:

“No hurtaréis… unos a otros” (v. 11).

“No oprimirás a tu prójimo” (v. 13).

“No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego” (v. 14).

“No andarás de calumniador entre tu pueblo; no harás nada contra la vida de tu prójimo” (v. 16).

“Cuando un extranjero resida con vosotros en vuestra tierra, no lo maltrataréis” (v. 33).

Hay una frase que se repite una y otra vez a lo largo de este capítulo, ésta es: “Yo soy el Señor vuestro Dios”. Lo cual es
una indicación de que esos mandamientos no tienen la autoridad de Moisés, sino la de Dios. Por lo tanto, Dios mismo es la razón última por la cual debemos obedecerlos.

Por ejemplo, en el versículo 14 dice que en vez de maldecir al sordo y poner tropiezo al ciego, debemos tener «temor de tu Dios». El sordo no puede escuchar, pero Dios sí puede. El ciego no puede ver,
pero Dios sí. Cuidado.

Todos esos mandamientos nos recuerdan que Dios está a favor de la vida y el bienestar de todos aquellos que Él creó. El
acoso, por lo tanto, es un pecado desagradable delante de Dios. Pecado que Dios, en Su justicia, no pasará por alto.

JESÚS COMO AMIGO Y SALVADOR

No podemos decir que Jesús experimentó acoso escolar, pero sí podemos decir que Él sufrió acoso. Jesús era de Nazaret, un pueblo insignificante del cual la gente preguntaba si de allí podía salir algo bueno (Jn. 1:46; 7:52). Pero aun en Nazaret, Él no era tratado con honra (Mat. 13:53-58). “Ni aun sus hermanos creían en Él” (Jn. 7:5). Jesús fue traicionado por uno de Sus discípulos y negado tres veces por otro (Mat. 26:48ss; 26:69ss). Las autoridades judías buscaron falso testimonio contra Él para matarlo (Mat. 26:59ss). Los soldados se repartieron la ropa de Jesús (Mat. 27:35). Jesús fue golpeado, avergonzado públicamente y clavado en una cruz hasta morir. Por lo tanto, si tú eres acosado, hay alguien que sí te entiende. La solución no es quitarte la vida, puedes encontrar en Jesús a un amigo que entiende por lo que estás pasando. 

Leer  Panorama bíblico de Israel

Ahora, en última instancia, Jesús murió para salvar a pecadores. A lo largo de Su vida Él salvó a pecadores que eran despreciados por los hombres (leprosos, prostitutas, recaudadores de impuestos, etc.). 

Por lo tanto, no importa qué clase de pecador seas (seas el acosador o el acosado que responde con venganza o rencor –que son también pecados según Levítico 19:18–) o cuán pecador seas; si vas a Jesús arrepentido de tus pecados y confiando en Él como Salvador y Señor, serás salvo.

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